Después de algún tiempo te levantas por las mañanas y sonries. Después de algún tiempo, piensas en alguien y una sensación cálida te envuelve. Alguien que te hace sonreir, disfrutar, soñar, cantar a grito pelao', sentir tranquilidad. Alguien que es capaz de hacer que no te invadan los nervios, a quien le importas y te sabe escuchar.
Sentir como si en cualquier momento el mundo fuese a terminar y pensar que no te importa, supongo que es una sensación que muy pocas veces en la vida se tiene. Sentir que podrías estar frente al más grande abismo, la más tremenda colisión de las estrellas y notar que algo dentro de ti tiene mucha más fierza que cualquier cosa que suceda en el exterior de una simple habitación.
Miradas que son poesia, silencios llenos de comprensión, sonrisas cargadas de ternura. Creo que no podría haber pedido nada más.
Creo que ya no es una dulce nostalgia lo que me envuelve, sino algo mucho más profundo, puro y sincero. Algo que podría gritar tan fuerte como mis pulmones me permitieran. Y no es más, nada más, que un feliz presente, que una vida compartida con una persona a la que querer.
domingo, 17 de octubre de 2010
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