Y aquellas personas que te hacen sonreir

Después de algún tiempo te levantas por las mañanas y sonries. Después de algún tiempo, piensas en alguien y una sensación cálida te envuelve. Alguien que te hace sonreir, disfrutar, soñar, cantar a grito pelao', sentir tranquilidad. Alguien que es capaz de hacer que no te invadan los nervios, a quien le importas y te sabe escuchar.

Sentir como si en cualquier momento el mundo fuese a terminar y pensar que no te importa, supongo que es una sensación que muy pocas veces en la vida se tiene. Sentir que podrías estar frente al más grande abismo, la más tremenda colisión de las estrellas y notar que algo dentro de ti tiene mucha más fierza que cualquier cosa que suceda en el exterior de una simple habitación.

Miradas que son poesia, silencios llenos de comprensión, sonrisas cargadas de ternura. Creo que no podría haber pedido nada más.

Creo que ya no es una dulce nostalgia lo que me envuelve, sino algo mucho más profundo, puro y sincero. Algo que podría gritar tan fuerte como mis pulmones me permitieran. Y no es más, nada más, que un feliz presente, que una vida compartida con una persona a la que querer.

Nubes de abril.

El sol ya llevaba dos horas escondido cuando salí a la superficie después de un largo trayecto en metro. La gente caminaba rápido hacia sus hogares, una gran tormenta se avecinaba. Yo no aceleré el paso.Quise sentir el viento en mi cara, moviendome el cabello de forma violenta. Llegué a la parade de autobús, dónde una señora mayor esperaba a que llegase el suyo, pacientemente, con las manos rodeando su antiguo bastón de roble. Yo me senté a su lado y obserbé el cielo, buscando la luna.Pero solo podía apreciar una luz lechosa, que se adivinaba detrás de las densas nubes. Un autobús paró, y la señora , lentamente, se levantó y se dirigió hacia él. Después de eso me quedé sola. Mis ojos volvieron a la oscuridad del cielo, y en ese preciso momento el viento empezó a soplar, dejando ver la perfecta redondez de la luna, su halo de misterio, el deseo que hacía nacer en todos los seres humanos. Ningún coche pasaba por la calle en ese instante. No se escuchaba nada, salvo el silvido del viento contra las ramas de los árboles más cercanos. Fue como si el mundo hubiese muerto. Fue como solo yo pudiese comprender el secreto del cielo, de la eternindad de aquella luz. Entonces un coche pasó velozmente, devolviendome a la realidad. Fue como si acabase de despertar. Fue como el amanecer de mi melancolía.


Por cierto, no creo que exista una parte dos de la anterior entrada... La razón es simple, no voy a escribir acerca de algo que me ha dicho alguien que ahora me decepciona tanto :)

Cuando después de mucho tiempo te sientas a hablar con alguien de algo con un poco de sentido. Parte 1

-Entonces él dijo algo que me pareció muy interesante.
-¿El qué?
-Que decir ''te quiero'' conlleva una serie de responsabilidades.
-¿Y cuales son para tí, esas responsabilidades?
-Creo que la primera la aprendí hace algunos meses, cuando mi tío murió. Se trata de no hacer que la gente que te quiere se preocupe más de lo debido por tí. Creo que esa es la más importante. Y creo también que esas dos palabras implican un compromiso.
-¿A qué te refieres?
-A que no sirve decir ''te quiero'' y no demostrarlo, decirlo porque suena bien o porque crees que es el momento. No son palabras, es un sentimiento, y el que sea un sentimiento implica que puede estar relacionado con las emociones de otra gente, y no se puede jugar con el corazón de las personas así, a la ligera.
No sé, me cuesta expresar esto. Creo que nunca lo había dicho en alto.
-¿Y qué más?¿Qué más cosas quieres decir?
-No se... Que ultimamente me veo diferente.
-¿Por qué?
-Creo que la diferencia más notable es que antes me daba miedo estar sola. Ahora prefiero acostumbrarme a la soledad, y si viene alguien que realmente merece la pena, aprovechar la oportunidad. Pero no quedarme colgada de la primera persona que pasa, porque se que no iba a aguantarlo ni dos meses. Necesito que si alguien nuevo llega a mi vida, sea muy especial. No se, últimamente me doy cuenta de que cada vez desconfío más de la gente, me cuesta conocer a alguien nuevo y no pensar en que me cae mal.
-Está bien que te veas diferente, sobre todo si tú te sientes mejor...Pero no te estanques, jamás. Siempre se puede seguir avanzando.

Bueno.

Hay días en los que una se siente feliz, o al menos, se siente con la fuerza como para intentar describir qué es lo que está sucediendo a su alrededor de una forma un poco más optimista.
Las clases están a punto de acabar, solo quedan cinco días y los pronósticos son buenos; eso me anima bastante. Creo haber encontrado lo que hace mucho deje de buscar, amigos en los que confiar plenamente, sabiendo que estarán ahí cada vez que me rompa en mil pedazos, eso me hace sentir realmente bien, a alguien le caigo bien, a alguien le hago reir, a alguien le intereso. Vaya, increible. ¿Que por qué es increible? Porque aunque no lo parezca, soy una persona de lo más aburrida, sin nada sustancioso que contar ni útil para nada que realmente pueda servir de algo. Pero, por suerte, ha llegado un momento en mi vida en el que no me hace falta que nadie esté secando las lágrimas de mis lamentos, porque es una tremenda tontería. Simplemente escribo esto aqui, no con la esperanza de que lo lea nadie, sino de poder poner por escrito aquello que siempre he pensado. Porque, al igual que soy capaz de describir mis cosas malas, puedo describir de igual manera mis cosas buenas: Cada día que pasa soy más sensata, cada día que pasa me esfuerzo más, gracias a amigos que estimulan mi mente, soy sincera y soy rara. Soy rara, porque no razono como la mayoría de la gente, más bien es como si fuese al revés. Puedo darme cuenta de los detalles de una habitación, y no recordar cómo era el enorme peluche que estaba encima de la cama; pero eso es algo que me da un poco igual, porque creo, que donde realmente se encuentra la diferencia, es en los detalles: Una mirada, el tono en el que se ha dicho una palabra, cómo mueve las manos, cómo es su respiración, cuanto se notan sus huesos marcados en la carne, cómo se extiende el pintalabios, qué es lo que tiene en su habitación que no está a primera vista... La perfección reside ahí, no en la grandeza de actos que puede que nunca se vuelva a repetir.

Este es mi estilo de vida, mi forma de mirar y comprender. Puede que llegue muy lejos, puede que me quede cerca y solo sea mi mente la que cada vez llegue más lejos. Da igual. Pese a ser aburrida, también tengo cosas buenas, y que haya podido darme cuenta de esto, es algo muy importante para mi, porque creo, que es la primera vez en mucho tiempo que puedo decir que me conozco, aunque no sea del todo.

Me doy la bienvenida a mi misma :)

.

Palabra tras palabra, nada tiene sentido.

Mi alma se corrompe, el suelo se llena de lágrimas y yo, sigo aqui, frente al ordenador, sin poder escribir algo que tenga sentido, algo que me me haga desinflarme un poco.

Desear ser feliz es una idiotez. No quiero malgastar mi vida buscando algo que dura segundos. Es como un orgasmo, tanto trabajo, para un solo momento.

Quiero escurrirme por la mente de alguien, comprender sus costumbres, su forma de actuar, quiero arrancarle un pedacito y quedarme con él para siempre. Y que se acuerden de mi, ¿lo logro? ¿o no soy más que un triste payaso?

Me duele la cabeza de nuevo, tengo sueño, y esto no tiene ningún sentido.


Estoy cansada de estar preocupada, pero no puedo cerrar los ojos y olvidarlo todo...

Después de la oscuridad, viene la luz. O al menos eso dicen.

La locura y la corduras están enfrentadas por un fino cristal que se puede romper con un simple pestañeo.

La vida nos regala momentos agradables, nos vomita todo lo demás.

¿Hasta que punto puedes sentir el amor que las otras personas te dan? Creo que a veces, ni siquiera lo sientes; eres incapaz de ver más allá de tus propios problemas. Y esto no es un reproche, es una realidad.

No puedo enfadarme, porque eso ahora no sirve de nada, pero si tuviese la oportunidad, solo mostraría las caras de quien más le quisieron. Todos los corazones rotos que jamás podrán sanar del todo.

La vida ha dado una vuelta más, me ha dejado de nuevo del revés, sin entender nada, y antes de que me de tiempo a levantarme ya habrá vuelto a girar. Pero que le voy a hacer, la vida consiste en eso, y yo no voy a escapar de ella. Yo no puedo escapar de ella, porque ya he visto lo que es el sufrimiento y no quiero que vuelvan a pasar por lo mismo.

De todas maneras, que voy a decir, si aún te sigo queriendo, y siempre estarás en mi memoria...

En solo una noche...

El amante se pasea desnudo junto a la ventana, resguardada de la luz del exterior por una raída persiana, carcomida por el paso de los años de la que se descuelgan trozos de pintura amarillenta. Entre sus pequeños huecos se cuela la luz lechosa de la luna, haciendo así que la identidad siga suiendo oculta, tan solo adivinando los minúsculos destellos que se provocan en el pecho y espalda a causa del sudor. Pero los ojos, los ojos permanecen a la deriva, en el mar de silencio y oscuridad en el que se ha convertido la habitación.
Ella, que tirada en la cama yace, como muerta después del orgasmo, con los brazos abiertos y las piernas dobladas, respira el aroma del cigarrillo que se consume entre sus dedos. Su rostro permanece inexpresivo, buscando al amante entre sombras, con lágrimas que sin darse cuenta derrama, recorriendo sus acaloradas mejillas.
Él sigue de pie, sin atreverse a mirar a la cama sin atreverse a sentir otra vez la pesambre de lo que está haciendo. Pero recuerda que, de todas las maneras necesita girarse y preguntarle que cuándo se va, mientras que mira fijamente la parpadeante luz del despertador, que, justamente marca las 00.00 .
Hora de comenzar de nuevo...

.

Caminando por el medio del campo, no siento absolutamente nada que no sea una felicidad absoluta. La naturaleza espera, pacientemente, sin decir nada, solo dándome la bienvenida... Entre las ramas de un sauce llorón, que se encuentra al final del valle me espera ella, tan perfecta, tan llena de dicha... Su pelo castaño claro reluce al sol con mil reflejos de colores, sus ojos marrones y grandes me miran con toda la sinceridad del mundo. Ella, una niña de cinco años, mucho más inteligente que yo, y con la suerte de ser mucho más inocente que yo también...

Cuando ve que me estoy acercando su sonrisa se va ensanchado, sus ojos se llenan de brillo, y sus pequeños bracitos se alargan hacia mi.

Cuando llego, lo único que puedo hacer es cogerla en brazos y sentir su pequeño cuerpo rodeándome, abrazándome, mientras escucho su risa, que es como una dulce melodía.

El sol brilla en lo alto del cielo, pero las nubes lo tapan suavemente, sabiendo que así no puede dañarla, ni a mi tampoco.

Su boca se pone al lado de mi oido, y con su risueña voz me susurra:

-Es el momento, puedes hacerlo

Echo la cabeza hacia atrás y sonrio, dejando que el viento me golpee en la cara.

-Entonces lo voy a hacer.

-A mi me gusta este final, me gusta saber que voy a acabar asi. Su sonrisa vuelve a inundar su rostro.

- Pues no hay nada más que hablar... Tenía muchas ganas de verte, o de verme, porque ya no me acordaba de qué era ser una niña. Gracias.

Ella se aprieta más contra mi y rie dulcemente, yo, con todo el cariño del mundo la deposito en el suelo y sonrío por última vez. Estiro mis brazos hacia el cielo, y miro las nubes. Con la música de mi risa infantil de fondo siento como cada vez me despego más del suelo, hasta que finalmente puedo ver como mi cuerpo se queda abajo, en forma de una pequeña niña que duerme dulcemente, en forma de alguien que muere con una sonrisa en los labios, alguien como un niño que no conoce la maldad, que no sabe qué es el odio...

La he cagado, simplemente.

Porque cuando parece que las cosas .van bien siempre tengo que acabar por fastidiarlo todo. Soy una inútil, una imbécil, y lo único que hago es engañarme a mi misma pensando que todo va bien. Es algo que me pasa a veces, mi cabeza se desconecta y no pienso en las consecuencias de nada, porque soy así de idiota.

Solo espero que aquellos que me siguen queriendo, pese a todo lo que les hago sufrir, sigan ahí para perdonarme y para cuidar de que nunca más vuelva a hacer algo por el estilo.

Fiuuuh~

Comienzo mi entrada siendo una chica educada y felicitando el año a todos los que leen este blog (aunque me da que en realidad es un blog fantasma, pero qué le vamos a hacer) Y deseados que el año que entra sea mucho mejor que el anterior... Y bueno, ahora estamos en época de recordar viejos tiempos, de pensar en esos malos tragos que hemos pasado con un humor un poco más bueno...Si es posible...

Enero: Me quiero ir del instituto y no lo consigo, lo unico que gano es no tener ningún tipo de relacion ni con mi madre ni con mi padre y quedarme casi por completo sola, exceptuando a mi novio, esa gran persona que por algún desconocido motivo, me sigue queriendo

Febrero: Viaje a Uruguay, durante todo el mes, pude conocer a mi familia y enamorarme de ese pequeño país, en concreto de una región llamada Colonia, en la que hay playas de agua dulce donde la soledad te invade de una forma tan mística que podrías morir en ese momento... Despues de eso llega mi cumpleaños, el cumpleaños más asqueroso y horripilante de mi vida (un consejo, si podéis, no cumpláis nunca 17 años...)

Marzo: Sigo en el instituto, pero cada vez más asqueada y más deprimida, esto no podía acabar bien...

Abril: Más de lo mismo...

Mayo: (¿fue en Mayo? No estoy muy segura) Mi relación se rompe, pero somos amigos, algo dentro de mi cambió para siempre y bueno, intente sobrevivir... Ese mes me fije mucho en las nubes era como si mirándolas pudiese sentir un poco de paz y serenidad...

Junio: Se acaba el instituto, ¡¡Por fin!! Como siempre, me voy a pasar el verano con mi padre, y comienzo a trabajar en una residencia de ancianos, una experiencia maravillosa. Sigo ''soltera'' pero solo de palabra, porque nos seguimos viendo y hablando casi como siempre.

Julio: (tampoco me acuerdo si fue en este mes) Una parte de mi se destroza, una parte de mi confianza y de mi afecto queda dañada para el resto de mi vida... Una podredumbre que, espero, no se extienda más allá de mi corazón. Ingresan a mi tío en un hospital psiquiátrico.

Agosto: Resulta que tengo amigos, resulta que me gusta un chico, y resulta que ese chico es imbécil, lo típico. Vuelvo con mi pareja, esta vez los dos tenemos las cosas mucho más claras.

Septiembre: Incertidumbre por no saber si entraré en la escuela de artes que tanto he deseado, aunque finalmente lo consigo. Me doy cuenta de que hay más gente ''rara'' por el mundo y eso mola, mola mucho, porque por fin tengo amigos de verdad. Hago dos años con mi pareja. Voy al concierto más catastrófico y genial de mi vida. Viajo a París. Mi tío-abuelo muere.

Octubre: Mi escuela es genial, fantástica, maravillosa... Y mis amigos (los de verdad) también. Nos pasamos el día fotografiando y revelando, estoy encantada, porque además empieza a hacer frío. Me hacen el mejor regalo de la historia de los regalos: Una cámara reflex digital, presente de mi novio, que como he mencionado antes, por alguna extraña razón me quiere.

Noviembre: Más de lo mismo, sigo encantada con todo y mis notas estás siendo buenas.Hace un poquito más de frío y no paro de fotografiar.

Diciembre: Definitivamente mis notas han sido buenas, hace frío, y voy a pasar las mejores Navidades de mi vida.

Y en resumen este ha sido mi año, en pocas palabras, un verano de mierda y un invierno genial. Por hoy he acabado... Me quedo con un extraño sentimiento, en el que veo las cosas muy lejanas, veo como era y descubro que no soy la misma, que mis experiencias, van formando mi ser, poco a poco, mi alma se va colmando de recuerdos...